martes, 30 de abril de 2013

Zorionak amuma!


Miguel era un joven vivaracho y avispado. No había ido a la universidad pero sí sabía manejarse en cualquier situación y salir airoso. Además, de entre sus otros dos hermanos era el mejor en matemáticas. Todas las fiestas estaban desalmadas hasta que él aparecía. Su carisma era bien conocido en el pueblo y los alrededores. Miren ya había oído hablar de él. A pesar de vivir a 14 kilómetros. Por eso el día que él le invitó a pasear por el parque sintió que llevaba tiempo esperándole. Hasta le reprochó que hubiera tardado tanto en llegar.
Cada domingo por la mañana Miguel ansioso, cogía ese tren que les separaba . Los veinte minutos de viaje eran la tortura más insufrible que cualquier humano pudiera aguantar. En el tren ya le conocían. Iba arreglado con su mejor camisa, bien planchada a pesar de ser muy vieja. Y un buen ramo de flores silvestres de su propio jardín. Sus manos cuidaban esas flores como esperaban algún día proteger a Miren. Ofrecerle un techo estable, un buen huerto, una caricia... A las ocho menos 5 minutos los siete hermanos mayores de Miren, puntuales como el cucú del reloj, se asomaban por la ventana para esperar a Miren. 
Pasaron los años y Miguel y Miren formaron una hermosa familia. Nómada. Pero compacta y estable como el núcleo de un átomo. 
Y hoy Miren cumple años, los suficientes para haber sido testigo de una de las mayores injusticias cometida por la Legión Cóndor. Nunca olvidará cómo se escondieron todos los hermanos en una zanja en el cementerio rezando porque pasara pronto. Por su madre que estaba trabajando en el centro. Inmóviles, a pesar de que un limako le cruzaba la cara...
Pero hoy es un día de celebración. De la vida. De la suerte de que nos haya tocado una abuela tan increíble. De cantar mañanitas. De recordar aventuras. Recibir flores. Recordar a los que ya no están, aitite...Y por qué no, preparar alguna que otra sorpresita. Al fin y al cabo, ella lo merece. Eso y mucho más. 

lunes, 29 de abril de 2013

Collage de ideas. Y de fotos.


La vida es como un paseo en bicicleta, si es rápido y fácil lo mas seguro es que estés yendo cuesta abajo.

Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.
Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.
El tiempo es el mejor consejero
Los ancestros te indican que inicies el camino
Tu casa es un lugar tranquilo que emana felicidad
Los halagos hacen amigos, la verdad hace enemigos
Hablar sin pensar es como disparar sin apuntar
Busca la belleza en lo peor de ti
Tus manos te harán rico

"Se la persona que quieres ser ....el cielo es el limite "
Darius - Velor

lunes, 22 de abril de 2013

La huida

Esta serie de fotografías recogen un tema recurrente en el ser humano. Siempre que al hombre se le abre una puerta, mil posibilidades de huida aparecen en su claustrofóbica mente. En busca va de espacios abiertos. Amplios. Puros. A la vez bailotean miles de preguntas ¿...de qué? ¿se puede pasar una vida huyendo?¿Hasta qué punto es un acto cobarde? ¿Hasta qué punto se hace necesario para respirar? Alejarse. Buscar el aliento ¿Dónde están los límites? ¿Dónde está el final del camino? Cuando se descubre que la puerta nunca estuvo allí.... y que muy al contrario de lo que parecía sí hay barreras en el mar...la huida cobra un matiz grisáceo. Alejado de las expectativas. Se convierte en una mera ilusión proyectada en blanco y negro. Así las imágenes cuentan la historia de una huida. Como toda historia cuenta un principio y también un final.  
                                                                                                                                                      Paradise Circus Massive Attack


viernes, 12 de abril de 2013

Pompas iridiscentes.


Sus sueños eran pompas de jabón. Sutiles. Gráciles. Etéreas. Iridiscentes. Frágiles. De pequeña se rodeaba de ellas. Se dejaba sitiar. No salían de la nada. Eran granadas lanzadas de los labios de sus abuelos, sus padres. Incluso algún desconocido en el parque, se hacía cómplice. Ella ingenua las explotaba con la punta de sus deditos. Le causaba tal placer hacerlo. Tanto como devorar a escondidas las onzas de chocolate. Aquellas que se derretían en sus bolsillos, mientras esperaba al momento justo. Ese momento de íntimo ataque.
Con los años las pompas hacían menos gracia. Sin embargo estaban allí. Otros habían tomado el relevo. Eran otros los que alucinados asistían al baile del frágil universo.
Porque le habían enseñado que las pompas de jabón no duran ni el tiempo ni en el espacio. Tal como vienen se van. Se esfuman. Desaparecen. Nadie invierte en ellas. Nadie cuida para que no exploten. Nadie las protege. Nadie ha construido un mundo a raíz de ellas.
Pero no iba a darse por vencida. Creía tanto en los sueños. Creó el mundo de burbuja. Allí erigió el más grandioso castillo de pompas de jabón. Pero no estaba sola. Eran muchos los que como ella conocían el secreto. El reino de las pompas de jabón. Que necesitaba de sus manos y de su aliento para seguir flotando. Para ver todos esos amaneceres.

Animo Bermeo!

  
Apparat Circles 

lunes, 8 de abril de 2013

Retrato infiel.


Sigilosamente el Señor Camaleón se le acercó al oído y le pidió “Píntame”. ¿Quieres que te pinte los ojos? Respondió adormilada por el efecto de tanto estupidofaciente. No...Quiero que hagas un retrato. ¿Como pintó el piloto un cordero a El Principito? Sí. Pero quiero que sea mi retrato. Quiero que me observes durante horas, meses, años y pintes algo que sea totalmente fiel a mi imagen.
Así se encomendó a la ardua tarea. Pasaron horas, meses y años. Poco a poco fue captando cada sombra, cada color, cada esquina, cada redondez, cada pliegue, cada tono del Señor Camaleón. Fue más allá y logró definir su personalidad, sus arranques, sus matices, sus sensaciones y emociones. Estaba convencida de ir comprendiendo su esencia. Cada vez era más fácil cerrar los ojos y trazar el boceto en la imaginación.
Un día el Señor Camaleón, quizás cansado de tanta espera renunció a su papel de modelo. Hizo las maletas y se marchó sin mediar palabra.
Ella apenas notó su ausencia. Contenta presumía ante el espejo el resultado de tantas horas, meses, años.
Un buen día encontró por casualidad una nota de despedida del Señor Camaleón.
Has hecho el retrato más perfecto que podía imaginar. Es incluso más real que yo mismo. Has creado algo mejor que yo. Gracias. Pero no tengo más función en este mundo. Me voy.
Esa tarde pasó lenta. Y pesada. Azul oscuro. Ella no hacía más que observar la maravillosa obra. Sentada frente al espejo se maldecía. Por ser el retrato más infiel. Por ser el más perfecto plagio. Por ser la imitación en su versión más parasitosa. Desde entonces ella pinta cada día un atardecer distinto.

Yann Tiersen The Fall

miércoles, 3 de abril de 2013

Futuro.


Qué desgraciado es robar. Y qué más lo es robar a quien menos tiene. Que te descubran. Y aún así salir impune. Por si fuera poco puedo verlos vanagloriándose de sus hazañas. Con todos los de su calaña. 
Rodeados de opulencia y aún así viviendo una mísera vida vacía de afectos. Triste. Llena de ecos como los que inundan una casa sin muebles. Frívola. Llena de falsas sonrisas. Amarilla de avaricia. Verde de envidia. Negra de mezquindad... Aún así se aleja mucho de ser una paleta de vivos colores. Más bien es una mezcla corrompida. Putrefacta. Enfermiza.

¿Qué clase de felicidad experimentan? Lo que daría por saber. Ponerme en su lugar y experimentar lo que significa eso a lo que ellos tildan de felicidad. Una tan efímera...Lo que dura el dinero en sus manos al adquirir un bien de lujo que al de poco se queda obsoleto. Totalmente sustituible por uno nuevo que vuelve a quedarse en un cajón. Y así sucesivamente en una cadena infinita que desemboca en un precipicio. 
Coleccionan juguetes rotos a cambio de dinero. Dinero a raudales. Millones. Billones. Trillones. Dinero que procede de manos trabajadoras. Dinero digno, no sucio ni negro. Dinero de personas que lo hemos ganado con el sudor de nuestra frente, sí. Con el esfuerzo del día a día. Dinero ganado con la ilusión de invertirlo, no en unos castillos de arena de lujo. Si no en un futuro mejor para los nuestros. Para cubrir necesidades reales y derechos fundamentales. Una vivienda, alimentos, una escuela, un hospital... No son bienes como los que ostentan. Son necesidades que a pesar de todo nos arrebatan. Mientras siguen supliendo sus insaciables ansias de poseer. De rellenar huecos emocionales con materiales caducos. Inservibles. Vacuos.

¿Por qué permitimos esta tiranía? No estamos en épocas de señores feudales. La sociedad ha evolucionado. Sin embargo está enferma. Con un cáncer. Pero tiene cura. Unámonos. Juntemos fuerza. Nosotros somos las células sanas y vivas. Ellos son las células cancerígenas. Ellos se sustentan en un trampolín cuya única base es el pueblo. Si nosotros saltamos ellos se hunden. Ellos son minoría. Nosotros somos un pueblo maduro. Ellos se dan de codazos. Nosotros nos damos la mano y colaboramos. Somos así. Créanme. Creo en nosotros. No creo ya en ellos. No escuchéis sus falsas promesas. Escuchad la voz del pueblo que murmura que esto no está bien. Que hasta aquí llegó el engaño. Escuchad la voz de los que se unen para defender lo nuestro. No son unos rebeldes violentos. Son valientes. No hagáis caso a las peroratas engañosas de quien roba el pan a nuestros hijos. La voz del pueblo es más fuerte y aunque aún es un susurro pronto será un grito. Un clamor. Para ello hace falta que unamos todas nuestras voces.

Sin embargo no os equivoquéis, no merecen que les quememos. Pero sí que les arda el rostro de vergüenza. Llevarlos a juicio. Al juicio final donde tendrán que pagar por todo lo que han robado. Devolvernos no sólo el dinero. Si no la ilusión que como una mina han explotado hasta vaciar el último grano de dorada ilusión.

Podrán infundirnos miedo y nosotros sabemos que la única forma de eliminarlo es enfrentarlo. Con uñas y dientes. De igual manera que luchamos día a día para sobrevivir a esta crisis.
No es cuestión de dejar un futuro mejor a nuestros hijos. Es cuestión de luchar por un futuro. 


De espaldas al futuro.