viernes, 15 de noviembre de 2019

tren a ninguna parte


sus labios hinchados me miraban sin desearme y aún notaba su aliento candente en mi nuca. pensaba que quizás me había equivocado de andén y sin embargo ese tren tenía mi nombre. pensé que el viento que llevó mis tacones hasta ese punto no se había equivocado. nunca lo hacía. nuca. y aún así me sentía tan perdida. será porque olvidé sacar el mapa, la gabardina y la cartera. mis raíces me atan a una tierra extraña y seca. tan árida como mi interior. por eso necesito respirar su aliento a través de mi cuello. le conocía de siempre y no quería encontrarme con él…y aun así…aquí está… a mi espalda noto su potencia. un tren que me va a arrollar sin señal de aviso. me preparo para el impacto y aún así tiemblo de risa. me deshago en expectación y suelto un suspiro leve pero denso como la niebla que hemos formado al evaporarnos en un mismo latido. atrápame en tus vías sin destino. nunca me importó donde llegar mientras el camino fuera cómodo pero ahora quiero curvas entre mis piernas. y qué equivocada estoy siempre ante las expectativas de los demás. qué ciega. noto que su deseo es tan palpable. un terciopelo viscoso y enrarecido. la tensión se corta con un sutil suspiro. sin mirarle directamente doy un paso hacia atrás. sin querer me estoy lanzando al vacío. aun de espaldas a un destino incierto y placentero. hacia sus brazos… robles fuertes y hábiles. su vello. metal quema. y ahí está. toco. palpo. siento… en el roce con su piel bailo cada latido de su interior. es una selva húmeda. mojada. y sin evitarlo lluevo sin control. y eso que aún no he ido al encuentro de la zona más misteriosa. sus ojos. dos lanzallamas que de reojo me han quemado las pestañas… y me atrevo… subo lentamente mi mirada… lenta letanía recito mientras voy a su encuentro. sin prisa. sin pausa. sin corazón. ni cabeza.. solo instinto. solo visceral… y me abraza y me abrasa una ola de lava que puede que me destruya pero oh! árdeme. su mirada… cuando solo existía un verbo en este mundo y quizás en todo el universo era mirar. y el sujeto era él. hazme tu predicado. haz conmigo lo que quieras. su boca se convierte en una agujero negro que devora cada célula de mi boca. mi cara, mi cuerpo… y no existen dos. si no un chispazo hacia el interior. y hacia ninguna parte. un big-bang en rewind. una implosión de galaxias. todo va hacia dentro. oh divino desastre en el que caigo… y entonces no hay vuelta atrás. la muerte en sus brazos me acecha y yo sólo puedo corresponder con un sí… 
me monto en este tren…
llévame donde quieras… 
llévame... a ninguna parte.