Me retuerce. Convierte en palo de
lluvia mi columna. Se atenaza en mis cuerdas vocales. Me eriza el
vello. Revolotea en mis pies. Esquiva el pensamiento lógico. Me
consume por dentro. Me ciega. Agita mi respiración. Me moja.
Revuelve mi pelo. Me roba el aliento. Me entumece los labios. Dilata
mis venas. Me enciende la piel. Esparce pica-pica en mis huesos.
Contrae mis músculos. Pita en mis oídos.
No tiene compasión. Golpea como un
maestro. Noquea.
Me regala la petit morte.
En cuanto marcha salgo a buscarle.
Llueve y no he cogido el abrigo. En el frío de la noche busco su calor.
Pero es hábil jugando al escondite. Y al despiste.
Sin quererlo te has convertido en su fiel sierva,
entregada prisionera, fascinada sumisa.
Sin querer...
Ivan Ferreiro. Canción Húmeda