domingo, 12 de mayo de 2013

"II"


Recupero algo que escribí hace unos años...


"...y me dijo que toda ella era fuego. no…perdona…tú no eres fuego. tú eres aire. todo en ti es aire. es que no te das cuenta. te haces las mismas preguntas que él. continuamente… dónde nací… de dónde soy… a qué lugar pertenezco... a dónde voy a parar... es que acaso moriré algún día... no… tú no eres fuego. el fuego nace, arde y se extingue. como los locos amores de verano. siempre ha sido así. el aire ES. continuamente. y no hay nada que logre controlarlo. el fuego puede ser apagado con tierra. o con agua. el agua se evapora con el fuego. la tierra… podemos manejarla a nuestro antojo. pero, ¿y el aire? al aire no se le pueden poner límites. el fuego se alimenta de él. el agua aspira a convertirse en él. sólo el vacío logra aplacarlo. el vacío que deja cuando no está. mata. el amor debería ser como el aire. no como el fuego. el amor-aire no tiene origen específico… no pertenece a nadie… sólo se comparte… continuamente… en la cercanía no quema, más bien invita a estar junto a él. a respirar de él. a ser acariciado por él. continuamente… el cuerpo en los momentos más intensos nos obliga a jugar con él. al abrir la boca en una interjección de asombro… en una inhalación... en un suspiro... en un jadeo de placer… e intentar acabar con él… es lanzarnos al vacío. a la muerte. no, tú no eres fuego…"
Chris Isaak Wicked Game

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