El camaleón tenía un
cajón con una etiqueta "Cajón de Decisiones Postergadas".
Esa
etiqueta no estaba puesta al azar, señores. Ahí se iban acumulando todos los
objetos que no utilizaba a menudo pero de los que no quería deshacerse, los
volvía a guardar con un "hoy no los tiraré, quizás mañana". Llamémosle
nostalgia. Llamémosle desidia.
Aquella
bola de plástico con la que se divertía de pequeño. El vestido de gala de
graduación. El primer disco que compró con su primera paga. Tantas fotos,
tantos recuerdos acumulados. Pero sacados de contexto. Sin un fin específico. Había
pasado su momento. Su fin era sólo acumularse en aquel cajón.
De la misma
manera, cuando lo abría a veces se topaba de bruces con algunas preguntas cuyas
respuestas iba postergando. Quizás era por falta de interés y relevancia en el
momento en que surgían.
Eso pensaba el camaleón. Pero yo como narrador
omnisciente, todo lo sé y todo lo veo, os puedo decir (ahora que no nos oye) que
eran las preguntas más importantes de cuyas respuestas dependía el trazo de su
camino por este mundo salvaje.
De repente un "¿por qué los detalles que
hacen que nos enamoremos de una persona son los que acaban aburriéndonos, y en
última instancia separándonos?", "¿por qué pasamos tan poco tiempo con
la gente que realmente nos valora y tanto con quien ni fú ni fá?", "¿A dónde van a parar todas las
palabras que por miedo no decimos?", "Y, ¿a dónde va parar todo el amor
que sentimos por alguien cuando se esfuma?", "¿por qué decimos que sí cuando
queremos decir que no?" "O decimos estoy bien cuando queremos decir estoy mal,
abrázame" , "Por qué nos enseñan a sumar, restar, multiplicar y
dividir y no a sentir, asumir pérdidas, valorar nuestros afectos y compartirlos
con el resto. Por qué nos enseñan a analizar sintácticamente frases y no a
saber comunicar lo que sentimos". "¿Por qué buscamos excusas cuando hay
que cambiar actitudes?, "Y si tomamos precauciones en el sexo, ¿por
qué no en el amor?"
Mil preguntas se
acumulaban en ese cajón. Pero hoy no tienen respuesta, quizás mañana...
"...y mientras el tiempo pasa y la inocencia con él... o montas en el tren o te quedas en el andén..." |
No hay comentarios:
Publicar un comentario