sábado, 6 de marzo de 2021

Cruda, en pelotas y tolteca.

Hoy quiero hacer un manifiesto al amor y a los toltecas. Porque ambos hablan de lo mismo. Lo dicen claro en sus cuatro acuerdos. Y uno a uno voy haciendo prácticas perennes en la vida, con recaídas y rasponazos en la rodillas y las costillas. Pero no desisto, no tiro la toalla. Sigo feliz con mis gafas de leer y mi L en la luna trasera. 


La primera lección es haz siempre lo que puedas. Con uñas, gasolina, brea y candela. Y dientes si hace falta. Si doy y entrego, lo hago con mi pulso, veleta, tripas y neurotransmisores. 100%, sin medias tintas. Y sé que en eso lo bordo, que llega la noche y me encuentra vencida y sonriente. Y me arropa Morfeo ligera, tranquila y me esparce sueños coloridos. Y promesas de días PLENOS.


La dos, sé impecable con tus palabras. Huiré por ello de los chismes, dimes y diretes y demás aretes y argollas que engarzan falsos diamantes, historias elucubradas por mentes guionísticas a oídos sordos y carentes de autoreflexión. Impecable debe ser el dicho y el hecho. Soy más que nunca fiel a mis principios y a mis guías espirituales que al oído me susurran el camino sin que me de cuenta, a veces los ignoro y es entonces cuando la frente se me arruga y se me enferman las flores en el balcón. Entonces les pido perdón por ser sordomuda y sigo adelante con la mochilita con un libro nuevo. Una nueva anotación en el cuaderno bitácoras de una perenne aprendiz. 


Por la tercera vamos, no te tomes nada personalmente. Que en el día del mundo nosotros somos el micromilisegundo de los miles de millones que lo forman. Porque hay miles de millones de seres. Con miles de millones de historias. Con miles de millones de fantasías. Y  miles de millones de infinitos son los polvos de estrellas esparcidos en la deliciosa tarta del universo. ¿Cómo así te vas a sentir el ombligo del mundo? Nadie hace nada para joder. Sólo somos reflejos unas de las otras, sin tapujos. ¿Qué te dice tu vecina, tu ex, tu amiga, tu familiar con esa actitud que tanto te lastra? Pues espejito, espejito: ESO MISMO es lo que te dice tu sombra. Eres cocreador de eso que tanto te daña. Lo has creado y necesitas a los demás para verlo claro, para que te lo muestren. Escucha, y reverbera. Y abrázate, abrázate y abrázate, ¡joder!


No hagas suposiciones es la última. Oído avizor (y sordo) a las historias que te susurra esa sombra densa y espesa que quiere hacerse con el trono del centro de mando. Haz caso a la esencia que vibra cuando bailas, ves un atardecer y te bañas desnudo en el mar. Esa sabe de los miles de millones de infinitas partículas cósmicas y, es más, sabe que es parte de ellas. Por qué tomarse tan en serio la cotidianidad.  Esas historias son molinos de viento que intentan despeinar un alma en calma, un espíritu salvaje y vibrante. Baila, suda, ríe, ríe, carcajéate, disfruta, folla, lame, saborea, chorrea, corre, cánsate. Y no supongas, no envenenes, quiérete, llénate, disfrútate. Llora cuando lo pida la fuente, pero JODER, no te desparrames ni te cenices que sólo hay un acto. Y el telón está a punto de cerrarse. Aprovecha el minuto de gloria. La ovación llegará cuando marches de aquí con ganas de volver. Y ese poso salpicará a los que hayan andado de la mano contigo. 



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