- Déjalo salir. Libéralo. Deja de hacerle un hueco, que la habitación está abarrotada de recuerdos, de cosas importantes, de facturas y papeles y fogatas en los que no puedes derramar sangre. ¿O si…? Y por eso te pido que recuerdes siempre de dónde vienes, el mapa, la brújula que te indica dónde está la osa solar, no la polar, que el frío invierno bastante se ha cebado en tu piel húmeda, moist, así siempre vas perdiendo gotas de brillo en forma de estalactitas picudas, pero el manantial crece fuerte y sale cual géiser cuando se tapa el agujero de la creación. La creatividad quiere decirte tanto y no la escuchas , comparas tus logros con los del resto, mas no ves el valor innato en ti. El don que marca el ritmo y el tempo de tus pasos, si quisieras escuchar la tormenta tiene un consejo sabio para ti, pero tú vas corriendo y gritando porque se te mojan los calcetines y las bragas. Mientras sean las bragas la dicha será buena, mas no te preocupes, tampoco hay que tener todo controlado, no pasa nada si derrapas en el fango, juega a hacer muñecos de barro. Juega Petra Pana. Que esos muñecos de lodo son muy potentes en cuanto al poder de sanación, ¿has visto los nenúfares abrirse sin atender los croacs de los príncipes aturquesados que ya no están de moda? El color pantone del vestigio. Tranquila que tu corcel esta listo para montar, quiere llevarte a sendas de ensueño, el paraíso prometido que se halla más cerca que tu nariz. ¿La hueles? Y aun así nos preparamos como para ir al Everest, y.. ¡mira, coño! Que aquí está, justo al lado, en la tienda de la esquina, entre cachivaches olvidados, la niña que juega con su peluche roto de una pata porque ha andado tanto por todas las reencarnaciones. Que no se separa de tu lado y susurra cositas buenas al oído mientras los diablitos que vienen acompañados de la sombra mayor se quedan quietos agazapados esperando la noche para saltar a asustarte. Y solo hacen asustar las pesadillas porque no hay nada cargado con esa energía q te afanas en rehuir. Así que puedes andar tranquila y con la cabeza alta, la espalda recta, el árbol de la sabiduría late dentro al ritmo de bogaloo. Saca a tu espíritu y ponlo a bailar cha cha cha. Dios, mírale cómo vibra alto en la frecuencia de la montaña. Joder, que se quede así siempre ahora congelada esta fotografía panorámica de la puta abundancia.
[Yo me quedo aquí con un caldito de sabia aloe vera para suavizar el mal trago del ácido que me abrasó los intestinos y ahora no sé qué pasa, serán los chiles, pero crecen en mis ramas frutos gordos y muy deliciosos. Se caen las frutotas del placer y se estampan en mi frente salpicando mis dientes por tener la boca entreabierta en una sonrisa que de bobalicona es hartamente cómica.]